El fenómeno de los imanes ha llegado para normalizar el hecho básico de que nos están metalizando.
Este fenómeno de la metalización del humano lleva ya bastante tiempo a velocidad de crucero pero ahora con el tema de la inoculación entra en la fase terminal.
Lo cierto es que con este fenómeno tan popular han aparecido efectos de lo más sorprendentes como gente que no se ha inoculado a la que se le pegan imanes, cubiertos y móviles en partes del cuerpo.
Otros han descubierto que el fenómeno se puede dar incluso en la carne, o al menos en algunas de estas.
Pero esto viene de atrás con cosas como:
- Hierro fortificado en muchos alimentos
- Implementación de metales en el cuerpo humano con muchas operaciones
- Uso de los metales en las dentaduras
- Chemtrails y el posible spray de partículas metálicas y sintéticas en la atmósfera
- En las vacunas
- En el agua
- En fertilizantes
- En bombillas de uso doméstico
- En la nicotina de los cigarros
Incluso en cereales y en comida para niños:
El fenómeno es ya innegable, pero los poderes de este mundo, el Estado y las corporaciones permanecen en silencio y siguen con su campaña de metalización de la humanidad y el ambiente.
¿Pero por qué quieren metalizarnos?
Para construir el mundo del transhumano.
Los métodos que nombré sirven para ir poniendo la base de ese mundo que está ya a punto de verse realizado, pero el verdadero trabajo lo traen las nuevas tecnologías que van a hacer posible la materia programable.
De eso tratan las inoculaciones del supuesto virus del murciélago.
Básicamente están preparando el terreno para que el Príncipe del Aire pueda realizar sus soplos y controlar a sus seres de barros.
Lo que estamos viendo es la construcción del Golem en vivo y en directo.
Si es grafeno, magnetita o proteína de la espiga es lo menos importante. El hecho verdaderamente significativo es que se está realizando la operación alquímica de disolución final de esta humanidad, y se está asentando la base de la coagulación de la nueva.
Este proceso de Solve et Coagula se realiza de manera simultánea y secuencial. Por un lado tendremos la disolución de la humanidad actual y de manera consecutiva – y por la aplicación de los mismos elementos – la creación de la nueva.
Una vez los elementos estén dentro del templo – nosotros – ya solo queda tocar las notas necesarias para reordenar los anteriores.
Desde un punto de vista moderno y tecnológico, tendríamos que a través de las frecuencias adecuadas a través del 5G las élites pueden alterar y controlarnos.
Así según la modernidad se consigue al transhumano.
Desde un punto de vista más tradicional, el trabajo alquímico a través de la transmutación de los metales y los elementos lleva a la consecución de la Gran Obra.
Así, desde el punto de vista tradicional se consigue al andrógino.
Ese es el verdadero objetivo de la metalización.
Entonces ¿qué objeción hay a ello?
¿Qué de malo tiene esa consecución de la Gran Obra?
El problema es que en la androginia no hay conciencia individual, sino grupal, o única.
Esto en el cristianismo se conoce como la pérdida del alma.
Esa pérdida de alma para ti, supone su ganancia para otro ser.
La promesa del enemigo es que con esos metales te convertirás en un Dios.
La mayoría la aceptará.
Y por eso la mayoría, pensando en la inmortalidad, caerá por la espiral, por el abismo sin fondo, y al final descubrirá el significado último de la androginia.
Los linajes se mezclarán, del mismo modo que viste mezclados hierro y barro, pero no se fundirán, pues hierro y barro no pueden fundirse.
Daniel 2:43
De hecho la cita que compartes al final de este interesante tema, Daniel 2:43, habla del imperio de la Bestia, el príncipe que ha de venir, el anticristo. Restaurando o siendo la consecución del imperio Romano.