Situación actual del capitalismo
El capitalismo actual parece que se encuentra en un periodo de crisis como no se veía desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
La sensación de crisis es general en el mundo y no son pocas las voces que llaman a la instauración de un nuevo orden mundial, unas de manera directa y otras de manera subliminal, pues la construcción de ese orden es algo que se lleva haciendo desde hace mucho tiempo.
Parece que la crisis actual del capitalismo es algo que está a punto de desembocar en algo del cual solo pocos realmente saben.
Gran parte de las masas piensan que ese nuevo capitalismo tendrá un carácter más social, de ahí el interés en los conceptos de democracia participativa y orgánica, donde el pueblo, supuestamente, ostente el poder.
No obstante, al igual que en la actualidad, el pueblo solo ostentara el poder en forma nominativa o formal, no real.
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Capitalismo actual características
El capitalismo actual se caracteriza por ser un capitalismo de Estado, donde las administraciones públicas administran cantidades cada vez mayores de fondos públicos, en una tendencia muy marcada que no ha parado de subir en las últimas décadas.
A pesar de lo que las masas populares piensen, es el tamaño de las administraciones públicas lo que ha aumentado de manera dramática, no el tamaño del tejido empresarial.
Esto es difícil de ver, pues da la sensación de que nunca ha habido tantas multinacionales y empresas, pero la realidad es que el sector empresarial de pequeños productores está siendo destruido poco a poco, pasando la mayoría de estos a depender del Estado o de esas grandes multinacionales.
Por ello, podemos decir que el capitalismo actual tiene por principal característica la de ser un capitalismo de estado, social o de tercera vía, donde las administraciones y servicios públicos son cada vez más representativos.
Al lado de este proceso de estatalización o de socialización de los servicios esenciales, tenemos la otra característica fundamental del capitalismo actual, que no es otra que la de ser un capitalismo globalizador, es decir, marcadamente internacionalista.
Este capitalismo actual globalizador parece que ejerce una presión cada vez más fuerte por una mayor integración del mundo en un sistema global unificado, que eventualmente y de manera inevitable parece que desembocará en la unión mundial bajo el liderazgo de un gobierno global.
Ese parece que es el destino del mundo.
Por lo demás, el capitalismo actual tiene una serie de características que se resumen en varios de los principales focos de crisis a los que se enfrenta.
Los focos de crisis del capitalismo actual son innumerables:
- Tenemos la gran crisis europea con la gran inestabilidad de las instituciones de la UE, a la que hay que sumar el problema británico.
- La crisis bancaria mundial, ya que los bancos nunca se han recuperado de la gran crisis anterior, estando todos los bancos americanos, europeos o asiáticos con balances que nos dicen claramente que son insolventes. Solo que no sabemos por cuento tiempo.
- Tenemos la gran crisis de los países musulmanes, con grandes guerras civiles y rupturas nacionales, en sitios como Siria, Libia, Egipto, etcétera. Todas estas crisis parece que van destinadas a terminar de una vez por todas con las monarquías presentes en los mismos. Parece ser que el futuro de ese mundo es la unión al resto del mundo en el sueño democrático “capitalista”.
- Los estados de los países avanzados del mundo han pasado en la mayoría de los casos, del 100% de deuda nacional con respecto a sus PIBs, lo que es considerado por muchos economistas como el punto de no retorno. Por ello, parece ser que la quiebra de la mayoría de los principales estados mundiales es cuestión de tiempo. Con esa quiebra económica posiblemente vengan los cambios radicales que en la práctica podrían acabar con el capitalismo actual.
- Enfrentamiento latente entre el eje Rusia-China con las potencias occidentales lideradas por los Estados Unidos y sus intereses.
Todos esos puntos parece que se van acumulando hacia una especie de embudo que promete un cambio radical en las relaciones mundiales de ámbito económico, político y social.
El capitalismo actual, todavía con una presencia bastante considerable de empresas pequeñas y todavía basado en las fronteras nacionales y regionales, parece que va camino de desaparecer y ser reemplazado por un capitalismo con un gobierno mundial en el que las multinacionales sean los únicos operadores significativos del mercado, y con una presencia de las pequeñas empresas muy reducida, sí que es que seguirá existiendo.
Capitalismo actual en México, Venezuela y el mundo hispanoamericano
El capitalismo actual en los países de habla hispana parece que está en un periodo, que podríamos decir de bueno, al menos en algunos de ellos, como pueden ser Colombia, Perú, México o Panamá.
En otros casos, como Venezuela, parece que el capitalismo está entrando en su fase final.
Es en ese caso, el venezolano, donde podemos ver mejor que en ningún sitio como se puede formar el futuro “post-capitalista”.
En lo que parece un juego retorcido de maquiavelismo, es curioso que con el gobierno más cercano al comunismo de América Latina (excluyendo Cuba), las multinacionales estén teniendo un comportamiento tan bueno.
Es decir, que las mayores empresas del mundo son las que mejor están sorteando la gran crisis del país latinoamericano, en lo que parece ser una dialéctica que torna las cosas de arriba abajo, pues por un lado argumenta contra las malvadas empresas capitalistas y por otro, en la práctica, las empresas capitalista más grandes y supuestamente mas malvadas son las que mejor negocio están realizando de la situación, hasta el punto de que salen reforzadas.
Por otro lado, son los pequeños empresarios los que son forzados a salir del mercado, con la práctica totalidad del pequeño empresariado arruinado por diversas vías, ya sean bancarrota plena, confiscación, regulación varia, etcétera.
Es por ello que en ese país vemos el resultado de que posiblemente sea el experimento final: la construcción del capitalismo social, en el que solo subsistirán el Estado y las grandes multinacionales, obligando al resto de actores al mercado negro. Mercado, que entraría incluso en una crisis mayor en caso de confirmarse todos los presagios de lo que se ve como el futuro sistema económico mundial de moneda digital, es decir, que los intercambios del mercado negro se verían fuertemente afectados, habiendo de recurrir a conceptos tan anticuados como trueque, etcétera.
La historia del capitalismo parece que está llegando a su fin.
Lo que vendrá después no podrá ser denominado capitalismo, muy a pesar de que habrá organizaciones empresariales mundiales gestionando los asuntos más importantes.
Todo ello no será más que una especie de mentira, donde el sistema imperante será eminentamente social-estatal, en lo que algunos han denominado una especia de comunismo capitalista, o capitalismo comunista, en el que la parte comunal intentará pasar desapercibida, por decirlo de alguna manera. Una especie de sistema «upside down».