La vitamina A es una de esos nutrientes esenciales que la práctica totalidad de expertos y estudiosos de la salud recomiendan en cualquier dieta que se conciba como sana o equilibrada.
No somos pocos los que nada más oír el término pensamos inmediatamente en lo necesaria que es para la vista y la supuesta ceguera que tendríamos si dejásemos de consumir.
Beneficios de la Vitamina A
Los más comunes son los siguientes:
- Sustenta la salud de la retina y por tanto de la vista
- Ayuda en el mantenimiento de la salud de la piel, siendo un remedio efectivo, supuestamente, contra la dermatitis, eczema, acné, herpes o la psoriasis
- Fomenta el desarrollo normal de los dientes y los huesos
- Favorece el sistema inmunitario
- Es un buen antioxidante
- Ayuda con la pérdida de audición
- Es efectiva en la prevención del cáncer
- Mejora la salud del pelo y las uñas
- Es capaz de remediar úlceras
Con todos estos beneficios ¿quién se atreve a decir que la vitamina A es mala o no necesaria?
Pues sí, lo que parece increíble puede ocurrir en este mundo y así ha sido, al menos en los círculos “conspiracionistas” de la salud, con el foro de Ray Peat a la cabeza.
Resulta que un ingeniero canadiense llamado Grant Genereux, quien tiene un blog propio en el que fue escribiendo sobre sus experiencias y estudios sobre la vitamina a y sus efectos en la salud.
Según Generaux, el mismo pudo curar sus problemas de eczema y fatiga crónica con una dieta de eliminación de vitamina a.
¿Pero por qué hizo esa dieta de eliminación de vitamina A?
Pues porque según sus estudios personales la vitamina A no es una vitamina, en primer lugar, siendo más bien una toxina que nuestros cuerpos están preparados para acumular de manera segura en el hígado.
El problema es que una vez que la capacidad de nuestro hígado se ve superada ese exceso de vitamina A empieza a esparcirse por otras partes del cuerpo, en especial órganos y tejidos, causando un daño tremendo en nuestra salud general.
Este concepto tampoco es nuevo del todo pues la medicina general y, la no tan general, reconocen que mucho consumo de esta vitamina no es beneficioso, como no puede ser beneficioso el de ninguna sustancia, evidentemente.
La diferencia en la teoría de Generoux es que este considera que la vitamina A es el culpable número uno de los problemas de salud en el mundo, siendo la responsable de las epidemias de diabetes, artritis, esclerosis múltiple, Crohn, Hashimoto, depresiones, fatiga, etcétera.
Para apoyar su tesis Generous ha escrito dos libros que ha puesto a disposición de manera gratuita en la red. Los libros son los siguientes:
Ambos libros los podemos ver en pdf dando en los enlaces de manera gratuita, aunque solo están en inglés.
Bueno, al menos no se le puede acusar de que de momento está intentando conseguir beneficios y tiene una agenda oculta para ganar mucho dinero.
¿Tiene razón Generoux con la vitamina A?
Es imposible saberlo, porque si de algo deberíamos estar seguros es que no podemos estar seguros de casi nada en el mundo de la salud y la alimentación y menos en este mundo moderno lleno de mentiras y confusión.
Sinceramente, en principio la teoría parece totalmente de locos.
¿A quién se le ocurre decir que la vitamina A es una toxina?
Sin embargo, no deberíamos desecharla del todo sin antes haber reflexionado un poco sobre el asunto.
El punto culminante de esta teoría tuvo que llegar en un hilo del foro de Ray Peat, donde se concentra buena parte de los “freaks” en salud del mundo, es decir, esa gente que está tan en contra de las tesis del sistema corporativo-estatal, como de las masas del New Age y sus interminables variantes.
En un hilo que empezó un defensor de la tesis de Generoux, acabaron por enzarzarse en un debate interminable los pesos pesados del foro, y a decir verdad, fue un debate de lo más interesante, sin poder evitar el drama que siempre surge en este tipo de “conversaciones” online, con acusaciones varias.
Lo cierto es que mucha gente con influencia de la blogoesfera de la alimentación estaba al tanto de dicho debate, cosa que comentaré enseguida.
Pero lo curioso es que el mismo Ray Peat intervino en el asunto, aunque fuese de manera anecdótica y respondiendo la pregunta que le envió un forero por email, sobre su opinión personal sobre la teoría.
La respuesta al forero por email de Ray Peat fue casi la esperada:
Que una dieta que consistía casi solo en arroz y carne de ternera era una dieta de eliminación, y que como tal tenía su mérito en que eliminaba muchos de los alérgenos y toxinas presentes en casi todos los alimentos; implicando que esta dieta funcionaría en el corto y medio plazo. Supongo que Peat no quiso dar su opinión sobre un largo plazo para no mojarse demasiado; y es que ya sabemos que en el largo plazo las dietas de eliminación terminan por dar problemas por falta de algún “nutriente”. ¿Será este el caso también o no?
Sinceramente no lo sé.
Pues bien, no solo Ray Peat dio su corta pero importante opinión, sino que Matt Stone, uno del os gurús de la blogosfera de la salud en el mundo anglosajón escribió todo un artículo relacionado con el tema en el que daba a entender que esta teoría era una de las cosas más importantes a las que había tenido que enfrentarse en sus 12 años de investigaciones. Hasta tal punto que al final Matt le ha dado el visto bueno en el sentido de que no parece una teoría descabellada y por intentar que no falte.
Es decir, Stone no sabe si la teoría es del todo correcta, y sospecha que puede haber otras cosas afectando a la ecuación, pero aún así creo que la misma tiene su parte de fundamente y todo aquel que padezca problemas que no ha podido resolver con otras dietas no perdería nada en intentarla.
Es más, en el artículo da algunas pistas sobre el hecho de que la vitamina A es posible que no estuviera tan presente en nuestras dietas hace 100 años, con un aumento bastante fuerte en el consumo de la misma en los últimos 30 años, justo el tiempo en el que han crecido el número de enfermedades.
Pero no debemos olvidar que este periodo ha coincidido con el crecimiento del consumo de grasas poliinsaturadas y otras bazofias del sistema, con lo que no acabamos por saber con seguridad cual es el “enemigo público número 1”.
Por ejemplo, en el foro de Ray Peat, muchos foreros respondían que no estaban de acuerdo en las teorías tipo “la solución es X”, en el sentido de que muchos gurúes siempre intentan rodear sus teorías en torno a eliminar o añadir un elemento X, y que al final nunca acaban de funcionar del todo.
Por otro lado, también está el tema de la interacción de la vitamina d y la a, y como no podemos comparar el consumo de la segunda en climas tropicales con gran incidencia del sol, con los países del norte en los cuales conseguir vitamina d natural es mucho más complicado.
En este último sentido solo imagina comiendo muchas sandías y papayas en un clima frío en el que apenas coges sol comparado con una isla del Pacífico donde vives semidesnudo y con la piel churruscada.
Conclusión. ¿Vitamina A sí o no?
Esto que acabo de decir me lleva a pensar que ciertos alimentos puede que no sean los más adecuados para según donde nos encontremos y según nuestras circunstancias.
Por ejemplo, hace 100 años la gente los países del norte apenas consumía ensaladas y tomates de manera masiva, así como frutas tropicales y concentraban más sus dietas en patatas, pan, y granos.
Creo que los cambios de dietas en los últimos 30 años nos dan muchas pistas de lo que está ocurriendo en nuestros cuerpos, y lo cierto es que hay muchos nutrientes que los pueblos del mundo moderno han añadido y que no existían antes de la misma manera.
En mi opinión este tema está lejos de estar resuelto, pero tiene muchos puntos a favor, tales como el hecho que comenté antes de la diferencia de condiciones entre el norte y el sur, y probablemente la gente del norte no debería zamparse tantas ensaladas y zumos de vegetales, con sandías y melones, pues esto es algo que no es muy natural, por decirlo así.
Así mismo, no creo que tengamos que hacer una eliminación total de la vitamina A de la dieta – aunque repito, no estoy seguro de esto del todo – para tener los beneficios que Generoux dice.
Quizá nos baste con recortar de manera significativa el consumo de vitamina A y ver si ello nos reporta beneficios en el medio plazo.
Después de todo no podemos olvidar que la teoría de la acumulación de la misma en el hígado puede ser verdadera, y esas cantidades en exceso pueden ser un problema.
Ni que está que decir que tomando vitamina A en forma de suplementos no es una buena idea probablemente.
¿Una dieta baja en vitamina A?
Parece una dieta difícil, pues tendríamos que eliminar muchas cosas como las que dije antes, prácticamente todas las frutas tropicales, el hígado (el de ternera una de las comidas favoritas de Ray Peat), la zanahoria, las verduras de color fuerte como la col rizada, espinacas, lechugas, huevos, quesos, mantequillas, hígado de bacalao, patatas dulces, cereales fortificados, etcétera.
Al parecer la dieta de Generoux consiste mucho en ternera, arroz, granos, aceite de coco, sal, verduras blancas, patatas, pasas, zumo de uva.
Como vemos es una dieta bastante restrictiva pero podría ser peor, pues nos da bastante variedad de carbohidratos y alguna que otra fruta no tropical, además de la carne de ternera.
¿Sería bueno intentar esta dieta?
En principio creo que no dañaría de por sí, pero creo que una versión ligth de la misma también vendría bien, limitándonos a no tomar esos alimentos que no son naturales para nuestra posición.
Es decir, volviendo al ejemplo anterior, si no vives en el Trópico, no te zampes una hartada de frutas tropicales y zumos vegetarianos (tan de moda hoy en día). Quizá sea mejor ir por el camino equilibrado y en todo caso intentar que la cantidad de vitamina A que tomemos, sea tóxica o no, sea lo bastante moderada como para que nuestro hígado pueda dar cuenta de ella.