El Matrimonio Sagrado o Hieros Gamos es uno de los conceptos más importantes del esoterismo mundial. Y vaya que si es importante.
Es, además, uno de los símbolos menos comprendidos por las masas, lo que no podría ser de otra manera considerando el grado de degeneración en el que nos encontramos.
El asunto del Hieros Gamos se refiere a una especie de matrimonio sagrado o espiritual. O sea, totalmente opuesto al concepto de matrimonio típico de carácter terrenal.
Aquí estamos en el terreno esotérico, tan interesante y confuso como siempre.
Este ideal del Matrimonio sagrado se puede ver en casi todas las tradiciones religiosas y esotéricas. Desde el tantrismo, el judaísmo o la alquimia, pasando por el antiguo Egipto o Sumeria.
Según los estudiosos y las teorías, estaríamos ante una unión de carácter superior, algo que sería como alcanzar el más alto grado espiritual.
¿Y cómo se alcanza ese grado supremo de exaltación espiritual?
Pues uniendo el carácter masculino y femenino.
El rey es reina y la reina es rey.
Al parecer la unión sagrada es el objetivo final de esta manifestación.
¿Pero el objetivo final para quién?
¿Es algo que le interesa al individuo o no?
El mismo proceso de fusión significa algo contrario al individuo, pues la unión de varios elementos supone una amalgama en la que los elementos anteriores pierden su individuación. Por eso es curioso que Carl Jung se refiera a los fenómenos asociados a este hieros gamos como un proceso de individuación.
Una de las maneras de llamar a esto es la coniunctio oppositorum. Este concepto puede referirse a la unión del Sol y la Luna. También a la de hermano y hermana o a la de madre e hijo.
¿A que nos suena esto?
Esto es otra manera denominar a la Unión de los opuestos.
¿Cuál es el sentido sagrado de este matrimonio?
El de la disolución de la diversidad.
¿Quién quiere la disolución de la diversidad?
Aquello que la odia.
¿Entonces por qué iba a ser bueno el Hieros Gamos?
Bueno, pero no para los entes individuales.
Para pasar al estado final de “Boda Sagrada”, las esencias individuales han de ser sacrificadas en aras a la nueva realidad.
Todo esto sería muy bonito si no fuera porque la fusión alquímica en las nupcias sacras tuviera necesidad de usar la mentira para poder llevar a cabo tan profundo trabajo.
¿Y por qué usan los sacerdotes del matrimonio sagrado la mentira?
Pues porque solo con la misma se puede convencer a dos polos opuestos que son iguales. Pues no nos confundamos, la fusión es llevada a cabo de manera no voluntaria, o mejor dicho, no consciente. De hecho, esto último es una de las claves esenciales para entender el carácter elemental de esta operación.
La conciencia es el elemento fundamental de la Creación. La lucha por la misma es lo que guía el sentido de la misma. Según los proponentes del Hieros Gamos, la verdadera conciencia solo la ganarás si llevas a cabo la unión matrimonial con tu elemento opuesto en la dualidad. Sin embargo, ¿Qué pasaría si esa unión fuera en realidad el ceder tu conciencia a otra entidad?
Otra manera de denominar a este concepto es con el término “prostitución sagrada”. Dicho término viene más apropiado al asunto, pues en realidad estamos ante un acto de la prostitución más absoluta del alma. Sobre todo cuando muchas de las mujeres descritas en estos procesos de procesión esotérica, no son sino castrati, o sea, sodomitas espirituales.