El título del artículo puede llevar un poco a confusión porque no voy a hablar sobre los ciclos económicos del Capitalismo, las ondas de Kondratiev, de Elliot o temas relacionados con el desarrollo del sistema capitalista.
No tanto porque dichos conceptos no sean válidos, sino porque los mismos forman parte de un horizonte temporal cerrado que parece que solo afecta a la llamada Era capitalista, como si en las anteriores eras no hubieran ciclos, cuando en realidad, el desarrollo de esta humanidad se realiza en forma ciclológica.
Según la lógica del pensamiento moderno, el capitalismo surge y con él, de alguna manera surge el sistema de propiedad privada que estimula la acumulación de capital, como si ello fuera algo nuevo.
La realidad es diferente.
¿Por qué?
Porque el supuesto capitalismo supone ya, de inicio, un deterioro del régimen de propiedad privada puro que era común a principio del Gran Ciclo.
Lo que pasa es que antaño el régimen de propiedad privada recogía dos aspectos fundamentales que ya fueron casi arrebatados en el principio del capitalismo moderno: la propiedad privada en seguridad y justicia.
Los proveedores de servicios de seguridad y justicia de antaño eran los nobles, cuya posición como tales, al menos en algunas sociedades, venía de antaño, no tanto como se cree, por la fuerza, sino por la virtud, algo que escasea totalmente el mundo moderno. Por esa misma razón, el sistema final, el que ya tenemos en esta fase de final del capitalismo, y que dominará ya por completo la siguiente, la socialista, es justo lo contrario a la virtud, donde los que dominarán desde arriba no lo serán por virtud, sino por oponerse a ésta.
La propiedad privada no solo consiste en tener un coche, una casa, tu comida, tu móvil, tu ordenador, sino también en otras cosas mucho más sutiles pero no menos importantes, que hoy llamamos servicios, y que son las ya nombradas, y también los servicios de salud.
Si nos fijamos, los primeros derechos de propiedad privada que fueron abolidos al principio del capitalismo fueron la seguridad y la justicia, y más tarde, ya a mediados del sistema capitalista, el de salud, con la adaptación casi masiva por los estados modernos de sistemas de salud estatal.
La gente se olvida que al principio del capitalismo, en las primeras décadas de los siglos XVIII y XIX, la salud todavía era prestada en régimen privado y no estaba colectivizada.
Conforme fue avanzando el régimen político colectivista llamado democracia, la consecuencia lógica es que cada vez más sectores de la economía y sociedad, como la salud, vivienda, servicios sociales, etcétera, fueran poco a poco estatalizados.
Conforme el capitalismo va avanzando a su final, el deterioro de los contratos de propiedad se va acelerando, hasta que llegue el día que las masas tendrán que renunciar a su propiedad por completo por la vía directa, o indirecta, a través del control absoluto.
Para entender un poco este tema de la propiedad en el conjunto de los ciclos, hay que ver este mundo como uno que va desde un absoluto al otro, en un avance o descenso – según se mire – en el cual se pasa de propiedad privada absoluta a propiedad pública absoluta, que es como lógicamente ha de terminar el Gran Ciclo.
Dentro del movimiento cíclico se van sucediendo diversos ciclos de manera perfecta casi como si nos encontraramos ante una espiral con secuencias matemáticas bien conocidas, tales como el número áureo.
Esos ciclos internos también suponen sucesiones en miniatura de transición de sistemas de propiedad privada a sistemas de propiedad pública, hasta que cuando, por imposibilidad de continuar, los mismos colapsan.
Algunos lo llaman Kaly Yuga, otros Edad de Hierro, y otros Edad del Lobo.
Da igual el nombre.
Lo importante es ver que el devenir del ciclo cumple con las leyes cósmicas de transición de un sistema cualitativo a uno cuantitativo, de ahí el término tan de moda de la actualidad, “física cuántica”, “quants”, “análisis cuantitativo”, etcétera, porque esos términos ya nos están diciendo cual es la cualidad esencial de esta etapa del ciclo: la cantidad. Aquí no podemos sino acordarnos de René Guénon y su magnífica obra sobre ese término.
¿En qué etapa del ciclo está el Capitalismo?
Bien; podríamos considerar al captalismo como una de las últimas fases del ciclo actual, el cual podríamos decir que comenzó con la desintegración del Imperio Romano, el cual sucumbió en una era de fuerte colectivización, y aunque no lo creas, grandes corporaciones comerciales en Europa y el Mediterráneo. En esa fase final del imperio, las aristocracias de antaño hacía tiempo que habían perdido su potestad para prestar los servicios de defensa y justicia. Los mismos eran provistos por la República y los senadores elegidos por el pueblo romano. Al igual que hoy en día, el avance de las ideas democráticas o igualitarias fue necesario para el inicio del fin.
El capitalismo, surge ya de un sistema bien asentado en Europa, donde la propiedad era en su práctica totalidad de tipo privado.
Todas las tierras, menos las de la Iglesia, pertenecían a alguien, ya fuera un noble, o simples granjeros. No pertenecían a la colectividad. El único caso, el de la Iglesia, sobre todo sus ramas benedictinas y franciscanas, sí que tenían fuertes connotaciones de tipo colectivista.
Sin embargo, la gran mayoría de la propiedad, tanto en productos como servicios, era de tipo privado.
No había una policía elegida por una colectividad, ni un ejército colectivo.
El ejército era del Rey, o del noble, o del señor de esta o aquella comarca. De hecho, el ejército del rey estaba compuesto por innumerables tropas pertenecientes a nobles, quienes tenían que reclutar a hombres de sus tierras o mercenarios.
La justicia también era privada. No había jueces elegidos por ningún partido por elecciones de ningún tipo.
La justicia, en muchos casos era el noble de la comarca, y no solo eso, sino que la ley era “Común”, en el sentido de que la cosa era bien clara: la justicia tenía que proteger los derechos de propiedad. Por lo tanto, cualquier robo o atentado contra la propiedad era castigado con la mayor severidad.
Con el paso del tiempo, este sistema de propiedad privada fue proveyendo de mayores avances y confortabilidad tecnológica, lo que subió el nivel de vida e hizo que los pueblos, al igual que ciclos anteriores, exigieran una mayor “libertad”, lo que en cristiano quiere decir, pasar a controlar la propiedad de manera colectiva.
Los reyes y nobles de antaño, solo pudieron resistir la presión durante siglos de continuas luchas y demandas.
Muchos de ellos lo hicieron finalmente ya por rendición de facto, renunciando a los “derechos reales” a cambio de conservar parte de su propiedad privada física.
Al final, así, se llegó al nacimiento del capitalismo, con el fin de los reyes, la adopción de los grandes sistemas de masas llamados las naciones, y el avance de la democracia, porque muy al contrario de lo que piensa la gente, lo único que ha avanzado estos últimos dos siglos, es el ideario democrático.
¿Por qué pareció el sistema capitalista más capitalista de lo que en realidad fue?
Porque al ser el último ciclo dentro del gran ciclo ya tenía que incluir el concepto de sistema de masas, haciendo uso de las economías de escala como nunca.
Con los gigantescos estados nación, el sistema pudo dar la sensación de ser un sistema salvaje de propiedad privada, pero lo cierto es que dicho sistema de propiedad privada se ha ido deteriorando con el paso de las décadas y lo que era una presión fiscal del Estado del 5% en Europa hace 120 años, hoy lo es del 50%.
Lo cierto es que lo que fue salvaje fue el aumento de la producción de bienes materiales debido a los nuevos sistemas tecnológicos industriales sumado a los cada vez mayores mercados mundiales, que también, curiosamente, aumentaron enormemente en cantidad, con la explosión de la población mundial.
Sin embargo, desde el inicio, la provisión de justicia, la de defensa y la de seguridad ciudadana ya fue provista por un sistema colectivo.
Poco a poco, ese sistema de provisión colectiva ha ido aumentando más y más, y así seguirá, hasta que finalmente el sistema capitalista se convierta ya, de facto, en uno socialista, y más tarde, en el colapso final. Porque una cosa es característica de todo sistema socialista: el mismo es la fase final de todo organismo social, el equivalente a la muerte de cualquier ser viviente. ¿Se entiende por qué?